El Adios del 'Peje' Ríos

Julio Argentino Ríos, “Peje” para todos quienes lo conocieron y cultivaron amistad, fue uno de los muchos jóvenes que llegaron a Corrientes para sumarse al deporte y por ende, a la sociedad. Bochófilo de alma, sobresalió en el basquetbol, primero en el club Sportivo y luego en el Regatas, donde saboreó las mieles, dio numerosas vueltas olímpicas, cuando ese deporte era otro. Eran tiempos dorados.

Llegado hace años desde su Santa Fe natal y afín a los colores del club Unión. Hace pocas horas, su corazón que siempre estuvo a disposición de quienes lo conocieron por su capacidad para brindar amistad, el jueves a la noche le puso final a su ritmo, luego de bregar en cada intervención durante los partidos y los pasos por la vida.
Siempre sonriente, “Peje” supo nutrir con alma a su corpulento físico para imponerse en la puja deportiva, cuando entre sus dedos acomodaba la bocha para algún arrime o bochazo con el propósito de sumar para el equipo del club Sportivo o la selección correntina, y cuando se calzaba la camiseta blanca con vivos celestes del Regatas, para convertirse en una pieza valiosa del quinteto de turno.
Quien esto escribe, por entonces “fana” de Regatas, disfrutó de muchísimas noches cuando el baloncesto local brillaba, convocaba y el equipo del Parque Mitre era uno de sus principales protagonistas.
Pero la vida tiene matices y por entonces, cuando otro Ríos, su hijo, pintaba para convertirse en un destacado jugador, recibió un durísimo golpe. Una inatajable y perversa enfermedad se lo llevó muy joven a esa continuación del amor y la pasión, más allá de la ligazón sanguínea.
Amén del sufrimiento, el buen carácter de “Peje” le permitió seguir igual, o casi, junto a su familia que constituyó en su nueva casa, Corrientes y con sus amigos.
En los últimos tiempos se alejó de sus amores deportivos hasta que ese motorcito ubicado cerca del centro del pecho, grande el de él, dijo basta.
Se fue “Peje”, para aumentar el número de ausentes entre quienes deleitaron en aquellos tiempos memorables de nuestro basquetbol. Se fue un ser amigable.
ROBERTO CAPARA
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