"De ahora en más la tranquilidad es clave"
En un ida y vuelta con El Territorio, Néstor Pitana habló de cómo vivió los segundos previos y posteriores a su designación. Y, con emoción, recordó a su padre, recientemente fallecido: “Esto te lo dedico a vos, viejo”

Posadas. “Quedate tranquilo, vas a estar en el Mundial”. Esas fueron las últimas palabras que papá Miguel le transmitió a su hijo Néstor el pasado 29 de diciembre, día de su muerte.
Dos semanas después, cuando la Fifa comunicó que el árbitro misionero representará a Argentina en la próxima Copa del Mundo de Brasil, los ojos de Pitana se llenaron de lágrimas, los recuerdos florecieron en cada rincón de la memoria y Nito señaló el cielo: “Esto te lo dedico a vos”.
Pitana, que cumplirá 39 años durante el desarrollo del torneo de fútbol más importante a nivel selecciones, recuerda día a día aquel mensaje y por eso no se cansa de repetir: “Esto se lo dedico a mi viejo”.
Transitando indudablemente su mejor momento laboral, y con la sencillez y la humildad que lo caracterizaron desde que dio sus primeros pasos, Nito se hizo una pausa entre autógrafos y fotos y explicó detalladamente cómo vivió cada minuto previo y posterior a la confirmación de la Fifa.
“Me enteré a las 7 de la mañana; estaba durmiendo, me llamó mi hermano y me contó que había escuchado algo en la radio, me dijo que me fije porque estaba viajando, después me llamó mi madre y enseguida algunos colegas, obviamente dejé de dormir y confirmé la noticia entrando en las páginas de Fifa”, dijo Pitana mientras la emoción lo va envolviendo palabra a palabra.
“Me fijé el comunicado y figuraban los 27 nombres que van al Mundial, y efectivamente ahí estaba mi nombre”, agregó mientras los músculos de la cara van tomando nuevas formas.
“En esos momentos te vienen a la cabeza un montón de cosas, como cuando era niño y rompía las plantas en mi casa jugando al fútbol”, relató. Y añadió: “Uno se pone muy feliz al saber que se traza objetivos en la vida y éstos se van cumpliendo”.
Pero el hombre de negro, el primero del interior del país que dirigirá en una Copa del Mundo, sabe que se viene algo importante. Y lo disfruta minuto a minuto. “Esta posibilidad es un gran desafío y lo tomo con mucha responsabilidad, pero sobre todo trato de disfrutarlo con mi familia y con mis amigos, porque se trata de una profesión complicada y uno trata de estar siempre con las personas que te quieren y que te ayudan”, continuó.
Con pasado como futbolista, basquetbolista, profesor de Educación Física, socorrista, custodio y hasta actor, Nito recuerda que “siempre soñé con estar en un Mundial”.
“Tanto el Pitana futbolista como el Pitana árbitro soñaron en algún momento con estar en una Copa del Mundo”, afirmó, e insistió en que “esto es un logro argentino para el interior, porque es la primera vez que habrá uno del interior en un Mundial, trataremos de representar de la mejor manera al arbitraje argentino, que no es poca cosa”.
Ante la consulta de si se imagina dirigir la final del Mundial (lo que implica que la selección Argentina no estará en la definición), dijo: “Vamos paso a paso y ojalá en la final esté Argentina; yo quiero dirigir los partidos que me toquen y tengo que estar preparado para todo”.
Cuando escuchó la pregunta ¿Caíste o todavía no?, esquivó la mirada, hizo la pausa necesaria y sonrió. Y al fin, respondió: “A medida que vayan transcurriendo los días voy a caer del todo, todavía hay una sensación de que falta mucho, pero ya comienza febrero y faltan sólo cuatro meses”. “Todo pasa muy rápido, hay que tener los pies sobre la tierra y seguir con el mismo trabajo, humildad, sencillez y respeto; lo más importante es seguir creciendo como persona”, destaca.
Como referente de la profesión, el hombre nacido en Corpus conoce los gajes del oficio y apela a la empatía para referirse a su colega Diego Abal, en quien estaban depositadas prácticamente todas las posibilidades del arbitraje argentino en Brasil.
“Yo tenía la esperanza de estar, a veces es doloroso porque es la alegría de uno y la tristeza de otro; me tocó a mí y bueno, esto es así; en una selección hay una lista y todos pelean por un lugar, pero no todos pueden estar; con el arbitraje pasa lo mismo”.
Y se estira en el concepto: “Diego llegó con las mismas posibilidades que yo, pero la Fifa me eligió a mí; tomó la decisión de que Pitana reunía mayores condiciones y calculo que por eso me eligió, hay que disfrutar de este momento y doblegar el esfuerzo”.
Respecto del oficio, asegura que se trata de “una carrera muy individualista”, y reconoció que analiza la posibilidad de tratarse con profesionales: “Es importante tener un equipo de trabajo, quizás trabaje con psicólogos, uno cree que lo puede manejar solo, pero con el correr de los días veremos si trabajamos con un equipo de profesionales para llegar de la mejor manera al Mundial”.
“Había hablado previamente con Horacio (Elizondo) y Héctor (Baldassi) sobre lo que significa estar en un Mundial, y me transfirieron su experiencia; además Maidana (uno de los líneas) ya estuvo en Sudáfrica, así que voy tranquilo; espero estar a la altura de las circunstancias”, implora.
Consultado sobre si considera que haber jugado al fútbol le sumó puntos en esa disputa por llegar a Brasil, dice: “Haber jugado al fútbol seguramente me ayuda; pero también es importante saber tener buen diálogo con los jugadores”.
“A mí me gusta el fútbol, miro fútbol y como fútbol; mi vida pasa alrededor de la pelota y esto sin dudas es un premio a tanto esfuerzo, dedicación, horas que le di a esa vida para entender más de fútbol”, agrega.
“Sé que todo lo que haga de acá al Mundial será observado y calificado; de ahora en más la tranquilidad es clave; no tengo que apresurarme y llegar bien desde lo físico”, aclara.
En un momento en que en el país se cuestiona fuertemente el desempeño de los árbitros de fútbol, Pitana asegura que “se trata sólo de momentos, no de crisis”.
“Esto cambia como todo trabajo; antes no había mejores médicos ni periodistas que ahora; hoy es todo más acelerado; no hay crisis en el arbitraje, es una cuestión de momentos, nada más”, reafirma su postura.
Ante la consulta de si está por cumplir un sueño, afirmó: “Eso me dicen los colegas, porque después del Mundial no hay ninguna copa intergaláctica; pero lo importante es crecer como persona”. Y retoma la cuestión de los valores. “Más importante que dirigir un Mundial es ser buen padre, buen amigo, buen compañero, buen hijo, buen hermano y hasta buen vecino; la Copa del Mundo es un premio, pero detrás de todo está la persona; hay que inculcar los valores; ahí están las cosas importantes de la vida; es muy importante todo lo que me pasó con el fútbol, no lo voy a negar, pero no es lo más importante”.
“Soñé jugar una Copa del Mundo, no como Diego (Maradona), que sabía que podía llegar porque tenía todas las condiciones; a cualquiera que le gusta el fútbol sueña con estar en un Mundial; sea adentro, afuera, como periodista, como jugador, como dirigente, como árbitro”, asegura.
Y mientras sabe que a pocos metros de la charla lo esperan más chicos ilusionados con una foto, tira un mensaje motivador: “A veces se cierran puertas y uno cree que se termina el mundo y se acaba la vida, pero del mismo modo se abren otras puertas y siempre hay que estar atentos, el tren tiene varios vagones; la vida es hermosa y con sacrificio siempre se consiguen cosas; yo lo tomó así; si no te llega hoy te puede llegar mañana”.
El perfil
Néstor pitanaPitana tiene 38 años, mide 1,92 y es profesor de educación física; jugó al fútbol en Misiones y Corrientes, también practicó básquetbol e integró un seleccionado juvenil provincial. Hizo el curso y se recibió de árbitro en Corrientes, dirigió en la Liga Posadeña (NdelaR: comenzo a dirigir en la Liga Correntina) y debutó en primera de la AFA en 2007, en el partido Colón-Rosario Central. Es internacional desde 2010 y el año pasado controló cotejos en el Mundial sub 17 de los Emiratos Árabes.
Pitana llega sin ningún padrinazgo determinante y como la novedad de ser el primer designado para un Mundial del gremio del Sadra, que agrupa a los referís del interior del país y que tiene a Guillermo Marconi como secretario e histórico fogonero.
Por Gustavo Hollmann
Dos semanas después, cuando la Fifa comunicó que el árbitro misionero representará a Argentina en la próxima Copa del Mundo de Brasil, los ojos de Pitana se llenaron de lágrimas, los recuerdos florecieron en cada rincón de la memoria y Nito señaló el cielo: “Esto te lo dedico a vos”.
Pitana, que cumplirá 39 años durante el desarrollo del torneo de fútbol más importante a nivel selecciones, recuerda día a día aquel mensaje y por eso no se cansa de repetir: “Esto se lo dedico a mi viejo”.
Transitando indudablemente su mejor momento laboral, y con la sencillez y la humildad que lo caracterizaron desde que dio sus primeros pasos, Nito se hizo una pausa entre autógrafos y fotos y explicó detalladamente cómo vivió cada minuto previo y posterior a la confirmación de la Fifa.
“Me enteré a las 7 de la mañana; estaba durmiendo, me llamó mi hermano y me contó que había escuchado algo en la radio, me dijo que me fije porque estaba viajando, después me llamó mi madre y enseguida algunos colegas, obviamente dejé de dormir y confirmé la noticia entrando en las páginas de Fifa”, dijo Pitana mientras la emoción lo va envolviendo palabra a palabra.
“Me fijé el comunicado y figuraban los 27 nombres que van al Mundial, y efectivamente ahí estaba mi nombre”, agregó mientras los músculos de la cara van tomando nuevas formas.
“En esos momentos te vienen a la cabeza un montón de cosas, como cuando era niño y rompía las plantas en mi casa jugando al fútbol”, relató. Y añadió: “Uno se pone muy feliz al saber que se traza objetivos en la vida y éstos se van cumpliendo”.
Pero el hombre de negro, el primero del interior del país que dirigirá en una Copa del Mundo, sabe que se viene algo importante. Y lo disfruta minuto a minuto. “Esta posibilidad es un gran desafío y lo tomo con mucha responsabilidad, pero sobre todo trato de disfrutarlo con mi familia y con mis amigos, porque se trata de una profesión complicada y uno trata de estar siempre con las personas que te quieren y que te ayudan”, continuó.
Con pasado como futbolista, basquetbolista, profesor de Educación Física, socorrista, custodio y hasta actor, Nito recuerda que “siempre soñé con estar en un Mundial”.
“Tanto el Pitana futbolista como el Pitana árbitro soñaron en algún momento con estar en una Copa del Mundo”, afirmó, e insistió en que “esto es un logro argentino para el interior, porque es la primera vez que habrá uno del interior en un Mundial, trataremos de representar de la mejor manera al arbitraje argentino, que no es poca cosa”.
Ante la consulta de si se imagina dirigir la final del Mundial (lo que implica que la selección Argentina no estará en la definición), dijo: “Vamos paso a paso y ojalá en la final esté Argentina; yo quiero dirigir los partidos que me toquen y tengo que estar preparado para todo”.
Cuando escuchó la pregunta ¿Caíste o todavía no?, esquivó la mirada, hizo la pausa necesaria y sonrió. Y al fin, respondió: “A medida que vayan transcurriendo los días voy a caer del todo, todavía hay una sensación de que falta mucho, pero ya comienza febrero y faltan sólo cuatro meses”. “Todo pasa muy rápido, hay que tener los pies sobre la tierra y seguir con el mismo trabajo, humildad, sencillez y respeto; lo más importante es seguir creciendo como persona”, destaca.
Como referente de la profesión, el hombre nacido en Corpus conoce los gajes del oficio y apela a la empatía para referirse a su colega Diego Abal, en quien estaban depositadas prácticamente todas las posibilidades del arbitraje argentino en Brasil.
“Yo tenía la esperanza de estar, a veces es doloroso porque es la alegría de uno y la tristeza de otro; me tocó a mí y bueno, esto es así; en una selección hay una lista y todos pelean por un lugar, pero no todos pueden estar; con el arbitraje pasa lo mismo”.
Y se estira en el concepto: “Diego llegó con las mismas posibilidades que yo, pero la Fifa me eligió a mí; tomó la decisión de que Pitana reunía mayores condiciones y calculo que por eso me eligió, hay que disfrutar de este momento y doblegar el esfuerzo”.
Respecto del oficio, asegura que se trata de “una carrera muy individualista”, y reconoció que analiza la posibilidad de tratarse con profesionales: “Es importante tener un equipo de trabajo, quizás trabaje con psicólogos, uno cree que lo puede manejar solo, pero con el correr de los días veremos si trabajamos con un equipo de profesionales para llegar de la mejor manera al Mundial”.
“Había hablado previamente con Horacio (Elizondo) y Héctor (Baldassi) sobre lo que significa estar en un Mundial, y me transfirieron su experiencia; además Maidana (uno de los líneas) ya estuvo en Sudáfrica, así que voy tranquilo; espero estar a la altura de las circunstancias”, implora.
Consultado sobre si considera que haber jugado al fútbol le sumó puntos en esa disputa por llegar a Brasil, dice: “Haber jugado al fútbol seguramente me ayuda; pero también es importante saber tener buen diálogo con los jugadores”.
“A mí me gusta el fútbol, miro fútbol y como fútbol; mi vida pasa alrededor de la pelota y esto sin dudas es un premio a tanto esfuerzo, dedicación, horas que le di a esa vida para entender más de fútbol”, agrega.
“Sé que todo lo que haga de acá al Mundial será observado y calificado; de ahora en más la tranquilidad es clave; no tengo que apresurarme y llegar bien desde lo físico”, aclara.
En un momento en que en el país se cuestiona fuertemente el desempeño de los árbitros de fútbol, Pitana asegura que “se trata sólo de momentos, no de crisis”.
“Esto cambia como todo trabajo; antes no había mejores médicos ni periodistas que ahora; hoy es todo más acelerado; no hay crisis en el arbitraje, es una cuestión de momentos, nada más”, reafirma su postura.
Ante la consulta de si está por cumplir un sueño, afirmó: “Eso me dicen los colegas, porque después del Mundial no hay ninguna copa intergaláctica; pero lo importante es crecer como persona”. Y retoma la cuestión de los valores. “Más importante que dirigir un Mundial es ser buen padre, buen amigo, buen compañero, buen hijo, buen hermano y hasta buen vecino; la Copa del Mundo es un premio, pero detrás de todo está la persona; hay que inculcar los valores; ahí están las cosas importantes de la vida; es muy importante todo lo que me pasó con el fútbol, no lo voy a negar, pero no es lo más importante”.
“Soñé jugar una Copa del Mundo, no como Diego (Maradona), que sabía que podía llegar porque tenía todas las condiciones; a cualquiera que le gusta el fútbol sueña con estar en un Mundial; sea adentro, afuera, como periodista, como jugador, como dirigente, como árbitro”, asegura.
Y mientras sabe que a pocos metros de la charla lo esperan más chicos ilusionados con una foto, tira un mensaje motivador: “A veces se cierran puertas y uno cree que se termina el mundo y se acaba la vida, pero del mismo modo se abren otras puertas y siempre hay que estar atentos, el tren tiene varios vagones; la vida es hermosa y con sacrificio siempre se consiguen cosas; yo lo tomó así; si no te llega hoy te puede llegar mañana”.
El perfil
Néstor pitanaPitana tiene 38 años, mide 1,92 y es profesor de educación física; jugó al fútbol en Misiones y Corrientes, también practicó básquetbol e integró un seleccionado juvenil provincial. Hizo el curso y se recibió de árbitro en Corrientes, dirigió en la Liga Posadeña (NdelaR: comenzo a dirigir en la Liga Correntina) y debutó en primera de la AFA en 2007, en el partido Colón-Rosario Central. Es internacional desde 2010 y el año pasado controló cotejos en el Mundial sub 17 de los Emiratos Árabes.
Pitana llega sin ningún padrinazgo determinante y como la novedad de ser el primer designado para un Mundial del gremio del Sadra, que agrupa a los referís del interior del país y que tiene a Guillermo Marconi como secretario e histórico fogonero.
Por Gustavo Hollmann
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