La "rica" y humilde historia de Ricky

"Ricky" Riquelme, personaje de los domingos en las canchas.Este chipacero de 43 años trabaja en las calles desde los 8 años. Acopló su pasión por el fútbol realizando un trabajo digno y así logró sacar adelante a su familia, conformada por su esposa y sus cinco hijas. Dice que son ellas el principal motor de su lucha diaria.
Rafael Julio Riquelme, más conocido en las canchas como "Ricky" tiene 43 años y es vendedor ambulante desde los 8 años. Es padre de cinco hijas y mantiene a toda su familia con su trabajo. Está orgulloso de todas, Andrea de 23 años, Berenice de 20, Catalina de 9, Melani de 3 y la más pequeña, Dana, 2 años y además, es uno de los personajes más queridos por los aficionados del fútbol local.
Por Victor Sugastti
Un miembro de la hinchada del Deportivo Cambá Cuá lo bautizó alguna vez con el apelativo de "Ricky" y de ahí en más, ese fue su nombre de batalla. Él mismo explicó que viene de una familia humilde y mientras estudiaba en la escuela primaria empezó a vender maní y pororó para ayudarlos.
"Por la avenida Teniente Ibáñez y Alberdi estaba ubicada una cancha de fútbol donde se hacían campeonatos barriales y llevaba mucha gente. Al lugar lo conocían como "El Vasco" y allí comenzó mi carrera de vendedor. Era chiquito, tenía 8 años, pero con esos pesitos ayudaba a mi familia. En 1990 me ofrecieron para vender chipá y no paré más, ese fue mi fuerte hasta el día de hoy que todos me conocen por eso. Tengo un carisma muy particular con la gente, porque siempre pongo el respeto ante todo y por eso me fui ganando muchos clientes", comentó.
ESFUERZO CONSTANTE
Julio trabaja los fines de semana en las tribunas de las canchas, casi todos los fanáticos lo conocen por eso. Pero de lunes a viernes recorre las calles del centro de la ciudad. "Cuando no hay partidos tengo que andar más, pero por suerte tengo clientes desde hace muchos años que siempre me ayudaron mucho. Claro que los días de fútbol hago una diferencia", aclaró.
Según dijo, no todo fue tan fácil, porque a pesar de que parezca algo común, hay mucha competencia en su actividad. "Me costó mucho ingresar al mundo de la venta. Porque había vendedores más experimentados que no me dejaban lugar. No podía ingresar a vender a cancha de Lipton por ejemplo, porque me amenazaban", recordó.
Sin embargo, una tarde llegó la gran oportunidad. "Vino la hinchada de Boca Unidos y el "Rey San Baltasar", el famoso Chin Chin, me hizo entrar a la cancha con los hinchas y ahí pude entrar y vendí todo lo que tenía. No lo voy a olvidar nunca. Estaba bien custodiado y desde ese momento ya no tuve problemas", agregó.
Una de las mejores épocas para este personaje fue cuando Deportivo Mandiyú jugaba en primera división. "La cantidad de gente que me compraba era increíble. La noche que inauguraron las torres de iluminación en cancha de Huracán Corrientes, cuando vino River Plate y el "Pájaro" Caniggia la rompió, yo estuve ahí. En ese tiempo pude llegar a tener mi mobiliario, roperos, camas, ventiladores, el televisor, fue un tiempo inolvidable para mí", expresó.
Mientras habla, (esta nota se hizo en la cancha de Libertad, cuando jugaban San Jorge y Atï(s) Mimbá), pasan los hinchas y la gente no deja de saludarlo, es un poco ídolo de la hinchada.
Él no cree que es así, aunque dice que se siente muy bien cuando lo saludan. “Pocas veces estuve enfermo como para no salir a vender. Y la vez que no voy a la cancha por alguna razón, cuando me ven por la calle, me preguntan por qué no fuiste esta semana, te esperábamos. Sí es cierto, me siento muy querido por la gente. Y yo les respondo con humildad y trabajo y por el don de gente que supieron transmitirme mis padres", dice y se despide para seguir atendiendo a sus clientes y amigos, como le gusta llamarlos. Y lo hace orgulloso, con el mismo entusiasmo de hace 35 años.
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